Somos Lenguaje

    La filosofía analítica o positivismo lógico, ha sido una corriente de pensamiento muy importante en la historia de la filosofía. Una de sus principales premisas es, que los grandes problemas filosóficos son problemas del lenguaje, y que la filosofía consiste en ahondar en la impureza del lenguaje para desentrañar las ilusiones metafísicas o problemáticas que nos crea.


    Según esta corriente de pensamiento, la filosofía se acaba en el momento en que el lenguaje se vuelve transparente y podemos ver a través de él sin distorsiones. En otras palabras, la filosofía consiste en problematizar el lenguaje y en descubrir las ambigüedades y las limitaciones que nos impiden comprender la realidad de manera clara y objetiva.

    Pero somos el lenguaje, no disponemos del lenguaje. Por lo tanto somos problemáticos y no se entiende a la filosofía como la búsqueda de una verdad sino como la problematización de aquellas verdades que se hacen pasar por única. La filosofía no nos hace preguntas para encontrar respuestas, se hace preguntas para cuestionar las respuestas establecidas esas que van constituyendo el supuesto orden natural que nos alberga.

    La filosofía se ocupa de deconstruir los supuestos que se han ido construyendo a lo largo de la historia y que han conformado el orden natural en el que vivimos.

    En este sentido, la filosofía nos invita a cuestionar las respuestas establecidas ya buscar nuevas formas de entender y actuar en el mundo. En lugar de buscar soluciones definitivas, la filosofía nos invita a reflexionar críticamente sobre los problemas ya explorar las múltiples posibilidades que se abren ante nosotros.

    Somos seres problemáticos porque somos el lenguaje. Y es precisamente a través del cuestionamiento y la reflexión, que podemos profundizar en la complejidad del lenguaje y enriquecer nuestra comprensión del mundo que nos rodea.

Lcda. en Filosofía y Ciencias de la Educación por la UCM


 

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